Con motivo del concurso organizado por Viefe, decidí desarrollar una propuesta que aportara una solución innovadora, funcional y con un componente estético claro, que reinterpretara el concepto clásico del tope de puerta.
Mi propuesta fue la siguiente: mi diseño consistia en un tope de puerta compuesto por dos piezas: una base que actúa como anclaje al suelo y una parte superior fabricada en goma con una tapa de plástico que levantamos para colocar el tornilo, esta pieza de goma es la encargada de amortiguar el golpe de la puerta y por presión mantener la puerta fija.
La base del tope, que actúa también como anclaje al suelo, está fabricada en acero. En su parte superior se encuentra un mecanismo giratorio en un solo sentido, sobre el cual se monta una caperuza de goma mediante tornillos. Este conjunto incorpora unas hojas flexibles dispuestas a modo de pétalos de flor, que no solo amortiguan el impacto de la puerta, sino que también la fijan temporalmente.
Cuando la puerta choca contra el tope, los pétalos la aprisionan suavemente, manteniéndola en posición. Al girar en sentido contrario, el mecanismo libera la puerta, permitiendo su cierre sin resistencia.
Demostración del funcionamiento del tope de puerta: las hojas, o pétalos de goma, actúan aprisionando suavemente la hoja de la puerta al entrar en contacto con ella, evitando así su movimiento. Este sistema permite mantener la puerta en una posición fija de forma segura y sin dañar su superficie.