Autorretratos

Me propusieron realizar un proyecto de autorretratos compuesto por cinco imágenes... ¿Cómo contarme a mí mismo en solo cinco escenas? ¿Qué parte de mí quiero mostrar… o esconder?

No se trataba solo de posar ante la cámara, sino de mirar hacia dentro y convertir esa mirada en imagen. Cada fotografía debía ser un fragmento de mi identidad, una representación sincera de lo que soy, lo que fui, o incluso lo que temo ser.

Acepté el reto con respeto y curiosidad. Este proyecto no solo me empujó a explorarme como persona, sino también a experimentar con el lenguaje visual desde lo más íntimo. Cinco autorretratos, cinco momentos, cinco versiones de mí.

El rostro heredado

Otra de mis pasiones...la pintura.

El cuadro suspendido como máscara viva es un eco pigmentado de la sangre y la historia: el nieto se funde con el legado del abuelo, pincel y carne compartiendo una misma textura. La camisa no es solo prenda, sino puente.

“Somos el lienzo donde el tiempo pinta sus repeticiones.” —Anónimo

En mi lugar más pequeño

Y si mi tio resulta qye tambien es fotografo y me hizo esta foto, algo habre heredado.

La fotografía infantil se posa donde el cuerpo adulto la espera: el encaje es exacto, como si el tiempo fuese papel translúcido. En ese acto hay juego y precisión, pero también duelo y ternura.

“Crecí para volver a sostenerme a mí mismo.” —Fernando Pessoa

Carboncillo de la memoria

Y si resulta que mi abuelo era pintor y me retrato en casa jugando al ajedrez...

El trazo negro sobre fondo cálido es más que una imagen: es un rito ancestral, un gesto de amor que se conserva sin pigmento ni palabras. El abuelo, dibujando, fija la infancia en carbón como quien atrapa un suspiro en piedra.

“Dibujar es la manera más directa de tocar el alma de otro.” —Henri Matisse

Raíces enmarcadas

Otro regalo precioso de mi tio.

A través del cristal y el tiempo, el niño de rayas y mirada limpia sostiene con inocencia al hombre que lo contempla desde atrás. La fotografía es un umbral, una simetría de la nostalgia.

“Uno no regresa a la infancia, pero puede habitarla.” —Gaston Bachelard

Rostro esférico

Mi padre es deportista. Todo se pega desde pequeño y es fundamental la influencia de quien te quiere.

Una pelota flota justo donde antes hubo una cara: el deporte como identidad, como evasión, como pasión grabada en músculo y memoria. La esfera es máscara, es planeta, es corazón suspendido.

“El movimiento da sentido al peso de la vida.” —Rainer Maria Rilke

contenidos © soriainventivacreado en Bluekea